06 septiembre 2010

Viudo

Yo tendría que sentirme orgulloso de haber quedado viudo con tres hijos y haber salido adelante. Pero no me siento orgulloso, sino cansado. El orgullo es para cuando se tienen veinte o treinta años. Salir adelante con mis hijos era una obligación, el único escape para que la sociedad no se encarara conmigo y me dedicara la mirada inexorable que se reserva a los padres desalmados. No cabía otra solución y salí adelante. Pero todo fue siempre demasiado obligatorio como para que pudiera sentirme feliz.

La tregua, Mario Benedetti

2 comentarios:

Luis dijo...

Como disfruté este libro... me gustó el fragmento.
Un abrazo.

Carmen dijo...

Gracias por pasarte y comentar, Luis :)
Otro abrazo para ti.